FILOSOFÍA

Despacho de abogados - Abogados fescales

Por Alfredo Álvarez Tello, presidente de honor de MONTERO|ARAMBURU.

Somos conscientes de que viviendo en un mundo tan competitivo, y el de los servicios jurídicos lo es, solo unas señas de identidad claras, suficientemente diferenciadoras, reales y excelentes, nos pueden seguir conduciendo al éxito.

Entre tales señas está la de tratarse de un despacho de clientes más que de asuntos, en el que ni el tamaño ni el número de oficinas ni el elevado número de profesionales suponen que el cliente no se sienta acogido, escuchado, atendido y tratado como un amigo al que hay que mimar, para lo cual somos un despacho donde la imprescindible profesionalidad y la excelencia van necesariamente precedidas de la bonhomía y el espíritu de compañerismo de sus integrantes.

Un despacho donde internamente los profesionales actúan conjugando el binomio libertad-responsabilidad, donde el trabajo en equipo no es un añadido sino una exigencia, donde la formación continua es imprescindible, donde la obligación de cualquier profesional es ir un paso por delante del cliente para poder ofrecer un asesoramiento proactivo, de anticipación al problema o el conflicto, intentando así evitar los costes de toda índole que conllevan tener que acudir a juzgados y tribunales.

Una firma cuya expansión se ha basado en gran parte en lo que los clientes refieren a otros clientes, en el “boca a boca” y que el despacho tiene el empeño de así siga acaeciendo.

Un despacho que entiende que sus integrantes se merecen unos espacios de trabajo más que dignos y el poder disponer de la tecnología más avanzada tanto en elementos de hardware como de software, de un mobiliario adecuado y de unas instalaciones acogedoras que de forma directa repercuten en el buen ambiente interno, en la calidad del servicio y en lo que realmente es nuestra verdadera y máxima obsesión: la satisfacción total del cliente.

 

Sevilla, septiembre de 2015.

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