El primer cambio de sede y el inicio de la diversificación de especialidades

HISTORIA MONTERO ARAMBURU

Las dos primeras décadas de actividad de Montero Aramburu, centrada exclusivamente en el asesoramiento jurídico-tributario y desarrollada desde la sede de Sevilla y la oficina delegada de Santa Cruz de Tenerife ─dirigida por Lorenzo Hernández Pérez─, conformaron un despacho de prestigio muy reconocido y con una amplia y selecta cartera de clientes, muchos de los cuales se mantienen hoy en día.

Esos mismos clientes, sin embargo, demandaban al despacho la cobertura de otras especialidades jurídicas bajo los mismos estándares de calidad y excelencia. Los tiempos cambiaban y las empresas más grandes necesitaban un asesoramiento integral. Fue así como Montero Aramburu decidió en 1992 abandonar su sede original en Sevilla y trasladarse a unas amplias y modernas oficinas en la Avenida de Bonanza de la misma ciudad, conocida hoy como calle Cardenal Bueno Monreal.

En aquella sede, operativa hasta finales de 1999, el despacho, con la dirección de Alfredo Álvarez, comenzó un vertiginoso proceso de diversificación y crecimiento, incrementando de forma notable sus miembros, clientes y facturación. Así, el despacho creó formalmente las áreas de derecho mercantil, civil, administrativo y laboral, cuidándose mucho de mantener el tradicional nivel de excelencia en las nuevas disciplinas y los muy asentados principios de horizontalidad y humanidad entre los nuevos compañeros que se incorporaban.

A 31 de diciembre de 1999 el despacho estaba integrado por 27 miembros, 7 de ellos socios, y su facturación anual superaba los 1,5 millones de euros.

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